
Los ancestros del perro de San Huberto se crearon en la Francia medieval para rastrear ciervos y jabalíes. Hoy en día, es una raza de perros muy activa e inteligente cuyo olfato agudo le ha dado un lugar especial en la aplicación de la ley, la búsqueda y el rescate. Sus fans lo aman por su dulce naturaleza y apariencia única. Se trata de un perro extremadamente inteligente, como ocurre con la raza de perro Collie.
Las razas de perros San Huberto son decididas en el camino, pero lo que mucha gente no se da cuenta es que una vez encuentra a su presa, podría matarla a lengüetazos pero nunca atacará, porque la verdad es que este perro arrugado es suave y cariñoso.

Además, está lejos de ser perezoso, puede seguir un rastro de olor por kilómetros y siempre preferirá eso que a dormir en el porche. Si vives con uno de estos perros, deberás comprometerte a dar largos paseos todos los días.
El San Huberto pertenece a un grupo de perros que cazan juntos por el olor, conocido como Sagaces, del latín, que es la misma raíz de la palabra ‘sagaz’, en referencia a las cualidades de buen discernimiento y buen juicio. Esas palabras son ciertamente descriptivas de los poderes del olfato de San Huberto.

Eran originalmente utilizados en la Europa medieval para rastrear jabalíes y ciervos, pero los San Huberto de hoy en día han encontrado labores en los departamentos de policía y las organizaciones de búsqueda y rescate. Son tan hábiles que su ‘testimonio’ se considera admisible en un tribunal de justicia.
También puede ser un perro de familia, pero requiere un alto nivel de atención. No es todo el mundo que puede vivir con un perro grande que exuda un olor característico y no quiere nada más que seguir su nariz.

Asimismo, de cachorros tienden a ser muy destructivos, tienen una gran energía y una resistencia infinitas, y esto puede llegar a ser un tanto obstinante para el dueño. Aunque, el San Huberto a la vez es un perro amable, sensible y tolerante con los niños y otros animales. Con la familia adecuada, es un perro de gran carácter que trae mucha alegría y risas.
Personalidad del San Huberto
En este artículo hablamos de
El perro de San Huberto es tiene una personalidad un poco contradictoria, es dócil pero terco, decidido pero no peleón, cariñoso pero algo tímido con personas que no conoce.
Cuando se trata de entrenamiento, es sensible a la bondad o la corrección, pero todavía quiere hacer las cosas a su manera. Puede oler el más mínimo indicio de un rastro, pero como perro guardián, es pobre, dado a su amor por la gente. Algunos San Huberto pueden ser vocales, ladrando mucho cuando están emocionados.

Otros son agradables y tranquilos. El temperamento se ve afectado por una serie de factores, que incluyen la herencia, la capacitación y la socialización. Los cachorros con temperamentos agradables son curiosos y juguetones, están dispuestos a acercarse a las personas y ser retenidos por ellas.
¿Cómo es vivir con un San Huberto?
El perro de San Huberto puede ser un maravilloso compañero canino, pero también puede ser un tremendo desafío. Son relativamente lentos para madurar, llegan a la adolescencia en aproximadamente un año y no alcanzan la plena madurez hasta al menos los dos años. Durante ese período de adolescencia, el San Huberto probablemente será bullicioso, torpe, curioso acerca de cualquier olor interesante y temeroso de comer cualquier cosa que huela bien. Esta tendencia incluye comer objetos inapropiados como controles remotos de TV, toallas, baterías y asientos de automóvil, lo que resulta en una costosa cirugía posterior a la degustación para eliminar esos objetos.

La tenacidad e independencia del sabueso puede hacer que el entrenamiento sea un desafío. Se necesita paciencia y consistencia para enseñarle buenos modales básicos. No dejes que tu San Huberto se quede sin correa, excepto en un área cerrada. Un aroma interesante provocará una búsqueda decidida que hará que el perro sea impermeable a las órdenes de su dueño.
Datos interesantes sobre el San Huberto
- Sus arrugas distintivas y orejas largas y flexibles en realidad tienen un propósito importante: Los San Huberto tienen un pelaje suelto que es delgado al tacto, especialmente alrededor del cuello y la cabeza. Esto causa pliegues profundos y colgantes y las arrugas que todos conocemos y amamos. El colgajo de piel debajo de su garganta se conoce como papada y es una característica estándar de la raza. Además de darles su distintiva apariencia de perro triste, estas crestas, pliegues y arrugas en realidad ayudan al San Huberto en sus esfuerzos finales. Combinadas con sus orejas largas y flexibles, estas características ayudan a percibir los olores desde el suelo hasta sus narices sensibles y los atrapan allí.

- Un San Huberto puede seguir un rastro de olor de 300 horas: El San Huberto a menudo se conoce como ‘una nariz con un perro atado’. Se estima que tiene aproximadamente entre 250 y 300 millones de receptores de olor, mucho más que cualquier raza. Una vez que han identificado un olor, pueden seguir ese olor específico, a pesar de todos los otros olores que se encuentran alrededor, por más de 200 kilómetros. Su sentido del olfato es tan poderoso que pueden recoger y seguir n rastro de olor hasta 300 horas después de que la fuente haya abandonado el área. Ese es un olor de 12 días.

- A pesar de sus habilidades de rastreo sin paralelo, son muy difíciles de entrenar: El San Huberto es un perro de trabajo nacido y criado para rastrear olores, y una vez que se compromete puede permanecer determinado y concentrado durante horas, incluso días. Las mismas características que le permiten sobresalir en el trabajo policial y las misiones de búsqueda y rescate también pueden causarte problemas si se aburre el perro. Tranquilos y amables por naturaleza, los sabuesos también son duros, tercos, astutos e independientes. Se ha sabido que ‘contra-surfean’ en busca de golosinas, mastican muebles y escapan de cualquier patio que no sea seguro si capaz un aroma interesante en la brisa. Además, el San Huberto es muy sensible y no responde bien al entrenamiento severo, necesita refuerzo positivo, mucho ejercicio y muchas oportunidades para utilizar su poderoso poder rastreador.

- Su ‘testimonio’ se considera admisible en un tribunal de justicia: Las capacidades olfativas de los San Huberto se consideran tan poderosas y confiables que muchos tribunales permiten que los resultados de su trabajo de nariz se puedan presentar como evidencia.